Barra de mariscos

Seafood Bar nace de la necesidad de crear un espacio de unos pocos metros cuadrados en el que disfrutar de ostras, mariscos, mariscos y champán sentados alrededor de la barra.
Seafood bar es un espacio muy reducido sin mesas ni sillas, sino sólo taburetes y una barra de elaboración -como en los bares típicos de Tokio-, pero donde se sirven ostras, pescado fresco, marisco y marisco, todo ello con la máxima frescura que ofrece el producto.
En la base de este nuevo formato está el deseo de crear un contacto entre invitados y chefs, poniéndolos en relación entre sí: la restauración del futuro se basará, de hecho, en la interacción entre el cliente y la cocina. El público quiere y debe implicarse, participando en la elaboración del plato y comentando sus características directamente con los chefs. Ir a una marisquería debe convertirse en una experiencia emocional, no sólo desde el punto de vista del gusto, sino de los cinco sentidos, dejando al cliente con una emoción.
El diseño se personaliza en función del concepto del lugar. El espacio se convierte en un lugar en el que se pueden armonizar practicidad y creatividad: no se sorprenda, por tanto, si encuentra estilos de decoración dispares combinados con elementos particulares de la puesta en escena, incluso con diseños luminosos, iluminación ambiental y la música adecuada. La iluminación en este contexto es el aspecto más difícil, una iluminación incorrecta puede arruinar incluso la habitación más bonita. La ambientación y el mobiliario no son menos importantes, ya que deben evocar no sólo la atmósfera del mar, sino también un ambiente sofisticado y de diseño.